Sanjuana Martínez, ¿Por qué las acusaciones a Julio Scherer?

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

Janet Rodríguez

Yamil Seman

Maday López

«Julio Scherer se convirtió en el antiperiodista el día que empezó a robar el dinero a sus trabajadores. Y cuando se dedicó a exaltar narcos.»
Afirma Sanjuana Martínez via Twitter y nos hace preguntarnos cual es la historia detrás.

El pasado 19 de agosto, la noticia que causo revuelo en redes sociales, en especial en Twitter llegando a ser trending topic, fue el arribo a territorio mexicano de Sandra Ávila mejor conocida como “La reina del pacifico”, procedente de El paso, Texas. Lugar donde se encontraba presa y que llegará a México al penal de Jalisco a enfrentar cargos en su contra por operaciones de procedencia ilícita.

Paralela a esta noticia, la periodista Sanjuana Martínez queriendo aprovechar  el golpe mediático, hace una fuerte crítica a Julio Scherer, periodista y escritor mexicano, el cual fue director del periódico Excélsior y del semanario proceso, para el cual trabajo durante un largo tiempo.

La crítica se hace cuando Sanjuana declara, vía Twitter que Julio Scherer perdió objetividad y usó indebidamente su función como periodista al dar voz a narcotraficantes como “El mayo”  y  “La reina del pacífico” perdiendo así el respeto. Además Sanjuana  hace fuertes declaraciones sobre el robo a sus trabajadores, sin mostrar pruebas contundentes. Trata de crear discusión sobre el tema  usando como hashtag #JulioSchererySandraÁvila sin tener  éxito en posicionarlo.

Los comentarios un tanto viserales hacen que reciba criticas de la comunidad Twittera sobre el tema, pero también deja ver  su postura de profundo resentimiento hacia Julio Scherer.

El problema no es reciente, debemos retomar información de ambos personajes para tener una idea clara de lo que sucede en este momento y es que si volteamos a ver la trayectoria de ambos periodistas, veremos que tienen una carrera larga de éxitos y grandes reconocimientos pero también un fuerte enfrentamiento que podría ser producto de este problema.

El enfrentamiento  entre ambos comienza cuando Sanjuana Martínez trabaja en el semanario Proceso durante 18 años y reconoce que fue una experiencia fructífera hasta que comenzó a ser bloqueada en su desempeño periodístico.

“Empecé a colaborar con Proceso cuando vivía en Madrid estudiando mi doctorado en periodismo político en la Universidad Complutense. En ese entonces no tenían corresponsal en España y me pagaban por nota publicada. Los primeros meses envié material de cultura, deportes o política y después me ofrecieron la corresponsalía. Durante los primeros años fue una gran enseñanza periodística para mí… Viví el verdadero Proceso, aquel donde imperaba el rigor de la información”, relata. Sanjuana Martínez sostiene que fue despedida de manera injustificada de la revista y sin la indemnización que marca la ley.

El despido de Sanjuana no pudo ser más irrespetuoso e indigno, como ella misma describe: “El director, aprovechando mi traslado desde Estados Unidos a México me despidió, a pesar de que dicho traslado había sido autorizado personalmente por (Julio) Scherer (presidente del Consejo de Administración de CISA, empresa editora de Proceso), Vicente Leñero (vicepresidente) y Enrique Maza (tesorero)”.

Prosigue: “Ellos prefirieron callar y permitir el abuso. Cuando le hablé a Julio (Scherer) para decirle si iba a darme mi indemnización, su respuesta, después de expresarme su respeto y admiración a mi trabajo, fue: “No Sanjuana, ¿cómo crees? Yo de dinero no voy a hablar contigo. Yo soy un caballero’. Esa fue su respuesta. Juzguen ustedes mismos”.

Sumada a esta declaración Sanjuana declara por Twitter que hacer un libro de un narcotraficante con entrevistas que parecen más una charla entre amigos (La Reina del Pacífico: Es la hora de contar), es darle un medio y un canal para dar voz a una figura a la que no se le debería dar más poder. Uno de los puntos más delicados en el periodismo es no perder la objetividad y la dirección de notas periodísticas.

Todo este escenario nos hace pensar en el planteamiento de los hechos y como se muestran, un medio como Proceso nos da cierta percepción de objetividad y profesionalismo, pero no sabemos a ciencia cierta si, internamente funciona igual. Por otro lado vemos a una periodista que parece más hablar por el hígado que por fundamentos reales y comprobables. En si la información es poca para poder hacer un juicio moral acerca de alguno de los dos y es por esto que tener una cronología de hechos nos ayuda a rescatar la información dicha para poder tener una postura informada.

Deja un comentario